Xalapeño. Astrólogo autodidacta desde 2004. Con estudios de psicología en la universidad veracruzana. Intérprete de Tarot de la escuela B.O.T.A. (Builders of the Adytum). Practicante de astrología arquetípica y helénica. Locutor y conductor de radio virtual y radial. Colaborador en espacios terapéuticos y holísticos en varias ciudades de la república mexicana: Boca del río, Xalapa, CDMX, San Mateo Atenco, Toluca, Querétaro, Puerto de Veracruz y Pachuca.
Desde mi infancia, gracias a la curiosidad y búsqueda de respuestas por parte de mi padre y madre tuve la fortuna de acercarme a temas enigmáticos como metafísica, astrología, tarot, wicca, mitología griega, kabala, gnosis, filosofía y también a la psicología.
Desde mi la juventud me pude percatar que la astrología me permite acceder a los modos en los que una persona interpreta su mundo, su realidad y su auto-percepción. Esto me invitó a continuar su estudio hasta adentrarme en los arquetipos.
También, al analizar mi propia carta astral, me indicaba una disposición a estudiar astrología misma. Me adentre al mismo tiempo que mi padre invertía en libros, cursos, taller, círculos y herramientas sobre astrología. Es decir, aprendimos con un método autodidacta y desde diferentes fuentes.
Es un tanto impactante descubrir que las bases de la astrología nos llevan a deducciones a las que la imaginación no llegaría con facilidad. Implica entender a las personas y sus experiencias complejas, aunque estas sean increíbles y difíciles de creer.
La satisfacción más grande que me permite la astrología es ayudar a que las personas entiendan, detecten y perciban su realidad con mayor claridad. También está la satisfacción de poder compartir información que sirve a manera de prevención de vivencias complejas próximas de las cuales las personas deben o pueden prepararse, a veces con mucha o poca antelación. Es decir, funcionar como guía es muy gratificante, ya que la intención es incrementar resultados o disminuir desgaste.
A las personas les interesa cuánto se estudia para llegar al dominio de la astrología, les digo que este conocimiento es como el ser médico, se tienen varias subdivisiones de estudio y varias especialidades, es decir, los astrólogos podemos aprender de otros colegas pues se han especializado en ramas, aplicaciones, teorías y puntos de enfoque que otros no hemos dedicado más atención o intención de estudio.
Es posible conocer a una persona en ámbitos donde la persona no ha explorado aún, y cuanto una persona ha indagado sobre sí misma para desarrollar consciencia, no tanto sobre lo que hace en el mundo, sino sobre lo que hace consigo mismo. Es decir, las personas aprenden a leerse a sí mismas, quizá después de los 30 o 40 años, con suerte, antes de los 20, y otros, no descubren cuánto dolor detonan debido a las posturas actitudinales con las que se desenvuelven en su cotidianidad. La astrología apunta al máximo desarrollo de facultades.
Las personas deberían recibir una noción más clara de sí mismos antes de hablar de las tendencias de vida para meses, años o semanas próximas y tener un replanteamiento sobre lo que sienten, interpretan, razonan, perciben y eligen continuamente. Considero que la astrología, es más efectiva en la detección de ciclos próximos cuando posibilita empoderamiento, responsabilidad de sí mismo y autonomía.
No se tiene un don para interpretar astrología, se requiere estudio, dedicación, cotejo, lectura, sensibilidad frente al usuario y mucha observación. Es decir, es posible usar un método científico para mejorar la astrología actual.
Lo más difícil de ser astrólogo es usar la palabras adecuadas al deducir, interpretar o detectar ciclos / vivencias internas, actuales y próximas. Elegir las palabras correctas para que la persona pueda comprender, asimilar, resolver y crecer sin conflicto. Poner en palabras oportunas lo que se visualiza es de lo más complejo como astrólogo, más es parte del arte de facilitar el proceso de autoconocimiento y expansión de la conciencia de otros seres humanos.
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